martes, 28 de enero de 2014

China para principiantes, ¿que aprenderas alli en 1 semana?

 Cuando parece que tenemos recorrido el mundo... y solo hemos visitado Europa y quizas el Caribe, se nos ocurre la idea de viajar hacia Asia y muchos ponemos el punto de mira en China, porque es diferente, nos atrae mucho y esas ansias de conocimiento de una cultura tan diferente a la nuestra , la apertura de fronteras y las nuevas formas de comunicacion y de comercio hacern que este destino sea cada vez mas popular; desde viajes BYE te recomendamos que viajes antes de que sellene de turistas ansiosos de nuevos conocimientos, los viajes a China son cada vez mas asequibles, puedes comprobarlo en www.viajesbye.com o contactar con nostros en sara@viajesbye.com o en el 955193450

Os dejamos un texto donde os enseñan 11 cosas que se aprenden en China

- " Todo te sonará distinto y al cabo de una semana y algunos encontronazos culturales inevitables, estarás convencido de que occidente no es el único modo de vida posible, ni siquiera el más moderno. China, con sus más de 3500 años de cultura y tradiciones, fascina por su infinidad de matices y por su natural manera de mezclar, en ocasiones sin anestesia, el consumismo más tecnológico, con costumbres que parecen hundirse en la noche de los tiempos. Como si tal cosa.



Un territorio exótico que sigue dando un poco de vértigo pero que compensa con creces a las mentes más abiertas. Ahí tienes la clave para triunfar en este viaje y de paso regresar unas décadas más sabio, incluir en tu equipaje tu mejor apertura mental. Lo demás lo pondrán ellos. Estas son las cosas que ya nunca olvidarás cuando hayas pasado 7 días en China.

1) VALORARÁS LA IMPORTANCIA DE LA MEMORIA FOTOGRÁFICA

El lenguaje, una endiablada canción de miles de fonemas y varios tonos, ni siquiera es el mismo a lo largo de su extenso territorio. Mandarín, cantonés y otras tantas variantes que para tus castos oídos sonarán precisamente a eso, a chino. Con las direcciones pasa exactamente lo mismo. Si tienes una fe inacabable en tu memoria fotográfica adelante, pero si no lo ves tan claro o te puede la prudencia, lo mejor es que fotografíes todas las coordenadas necesarias o, en su defecto, que las reproduzcas en un papel, para dárselas al taxista o preguntar en tu hotel.

2) APRENDERÁS NUEVOS MODALES EN LA MESA


Sorben la sopa y comen con las manos. Si tienen curiosidad miran, sin reparos. Tienen un manejo de los palillos que te dejará anonadado y, aunque no lo creas, dado que en muchos restaurantes del interior y en casi todos los puestos callejeros, no cuentan con cubiertos, en una semana tu también habrás pasado al nivel experto. Es una gran inversión para impresionar a tus amigos en occidente y una prueba de destreza que agiliza el cerebro. Un consejo: nunca utilices los palillos para servirte de un plato común sin darles la vuelta y deja la vergüenza en casa. Lo normal es sentarse en una mesa e ir picando de las enormes fuentes que sirven. Si te ofrecen hazte de rogar un par de veces. Ellos seguirán insistiendo hasta que comas, es parte de su etiqueta.

3) PERSONALIZARÁS TU MENÚ EN EL ACUARIO DE LA ENTRADA

Es posible que te de un poco de pena comerte a ése pez que te ha mirado con cara de Bambi, pero la realidad es que esta ahí para acabar en el plato, en el tuyo o en el de la mesa de al lado. Así que deja tu sensiblería en otra parte y aprende a distinguir el pescado más fresco y el marisco más tierno. El método, sorprendente cuando menos, es de una gran utilidad para no tener que lidiar con lo incomprensible del menú, especialmente si éste no llega en inglés.

4) COMERÁS LO QUE SIEMPRE JURASTE QUE NO IBAS A COMER

Vas a probar una paleta de sabores indescriptible y, si quieres, podrás probar gusanos, careta de cerdo disecada y algunos otros animales que en otras partes del mundo están para ser acariciados. Haz una prueba previa de inmersión y entra en un mercadillo de comida. No dejes de llevar la cámara porque todo te va a flipar, empezando por algo de lo que no podrás traer como prueba gráfica, su penetrante olor a… cosas. Verás serpientes colgadas como ristras de ajos, gusanos deshidratados, algas de todo tipo y botellas de licor con animales dentro. Pero sobre todo verás productos que no tienes ni la menor idea de lo que son, ni echándole toda tu imaginación. Pregunta. A cambio descubrirás que el chino de tu barrio es una mala broma comparado con la tremenda variedad que ofrece la gastronomía del país. No te pierdas el pato lacado –especialmente en Beijing- sus deliciosos dumplings ni su exquisito marisco y disfruta de los huevos de mil años (de color verde flúor debido al hecho de haber pasado varios días enterrados en estiércol y otras sustancias).

5) HONRARÁS EL TÉ


Es bueno que recuerdes que el agua no es potable, así que lleva siempre una botella y vigila que al vendértela este bien cerrada. Si tienes dudas, puedes utilizar su delicioso té como vía de hidratación. Está por todas partes: en los restaurantes, en lo que podría ser lo más parecido a un bar y en los puestos callejeros, normalmente servido con leche y muy dulce. También en las tiendas especializadas, donde podrás encontrar variantes que cuestan mucho más que su precio en oro. El té blanco, el negro y el verde son los más apreciados y están llenos de propiedades curativas. Hazte con un par de bolsas para llevar a casa.

6) REGRESARÁS CON UN PAR DE SUPERSTICIONES NUEVAS


En una semana volverás con más de un número en la cabeza. El ocho es muy bueno y su pronunciación en chino es similar a la de riqueza. El 4 el malísimo. El rojo es el color de la buena suerte, de la fuerza y la lealtad. Si además te gusta el fen shui pasarás gran parte del viaje recolocando mentalmente los muebles de tu casa y haciendo notas al margen sobre el elemento que rompe la armonía de tu hogar. ¿Qué te falta? Tierra, metal… las posibilidades son infinitas y los libros que venden en inglés explicándote sus secretos, una delicia. Ocurre lo mismo con el horóscopo. El chino es más antiguo, más concreto, y ofrece más posibilidades que el occidental. Si entras en templos no te olvides de seguir el ritual que te ofrezcan, desde girar un molinillo de viento para que te cambie la suerte o tirar los palillos para ver qué futuro te espera.

7) TE ENAMORARÁS DE SUS MERCADILLOS


Olvida las superficies chinas que proliferan en occidente y vete a la madre de todas las fuentes. Regatea, curiosea y carga con lo más insospechado. No te pierdas el de la Seda en Beijing y el de mujeres y el nocturno de Hong Kong. En general en todas las ciudades chinas encontrarás verdaderos templos para caer en la tentación. Y si lo que quieres son grandes imitaciones, recuerda que las mejores están en la trastienda: para ganarte el acceso, tendrás que pegar la hebra con el vendedor, ganarte su confianza y hacer muchas reverencias.

8) APRECIARÁS EL ARTE DE ENVOLVER

Es posible que al principio ni te percates, pero a medida que avances tus compras te irás fijando en la delicadeza con la que envuelven cualquier producto. Desde una simple pulsera hasta un par de palillos. Los adornos florales, los detalles de buena suerte y el cuidado que ponen a la estética hablan de años y años de comercio internacional.

9) RECONSIDERARÁS LAS VENTAJAS DE ESCUPIR


Cierto. No es muy agradable, pero es una costumbre muy extendida. Tanto que hay lugares específicos para hacerlo. Probablemente la culpa sea de la polución, dado que sin entender muy bien porqué, en un par de días tú también sentirás unas ganas irresistibles de hacerlo. A pesar de los muchos carteles prohibiéndolo, la normativa, de clara influencia occidental, todavía no ha calado muy hondo entre los chinos.
 
10) ALUCINARÁS CON SUS CENTROS DE ACUPUNTURA


La acupuntura es un arte, lo mismo que los masajes, pero en general donde más te sorprenderás será en las tiendas dedicadas a la medicina natural. Nada mejor que entrar en uno de estos dispensarios de cajones de madera e incontables tarros de cristal para encontrarte nuevos males y por supuesto todos sus remedios. Desde todas las variedades imaginables de ginseng –el más exquisito puede costar cifras sonrojantes- hasta polvo de cuerno de rinoceronte para la impotencia.

11) DISFRUTARÁS DEL TAI CHI

No te pierdas la oportunidad de aprender los conocimientos básicos de Tai chi y practicarlo por la mañana en cualquiera de sus parques. Y no te dejes engañar por lo lento de sus movimientos. Es un arte pensado para la guerra y, aunque no te pegues con nadie, cuando termines notarás agujetas en músculos que ni siquiera sabías que tenías. La clave esta en respirar bien y estirarte. "-


Fuente: traveler.es

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